miércoles, 4 de noviembre de 2009

ROMPIENDO CADENAS DE LA ESCLAVITUD MENTAL

Con firmeza y sinceridad estoy muy convensido que la juventud es el eje motor de todo cambio en la actualidad. Pretendo alagar a aquellos jóvenes líderes que día a día se esfuerzan sin un interés inmediato con el único objetivo de un país mejor, a estos jóvenes mis más sinceros respetos y abrazos.
Lamentablemente cuando un buen proyecto es elaborado por un agente joven siempre el agente de más experiencia pretende minimizar el esfuerzo perspicuo de una mente clara y llena de trabajo por realizar pero, como ellos son más "experimentados", ¡Ellos tienen la razón!, jajajaja, que risas me da este disparate.
Joven no sólo debe ser considero aquel que tiene la edad cronológica de adolescente o adulto, sino aquel que teniendo el espítitu constructivo y progresista intenta transformar una realidad por otra mucho mejor, caso contrario vivíríamos en una esclavitud enmascarada, en la cual el reflexivo y supuesto mejor pensante haría un mundo mejor, cuando se ha demostrado en la historia que esto es completamente falso. Una sociedad mejor parte de mentes mejores. Mentes que por la iluminación pretende reformar viejos esquemas, proponiendo soluciones a los diversos problemas que tanto pueden aquejarnos; entonces de estos elementos jóvenes requiere el país, dispuesto para aceptar propuestas convincentes y sinceras donde está como primer peldaño la lealtad.
Una sociedad con mente estrecha y restringida es aquella que aún no rompe sus cadenas de la esclavitud, la que no debe ser considerada vivir atado ante un yugo imperante, sino de aquel en la que el hombre no puede salir o librarse de su propio esquema retrógado que no permite sobresalir ni cambiar las estructuras de la sociedad para algo mejor.
Alago a los jóvenes con esperanza de ser siempre mejores. Alago a jóvenes con mente de solución y cambio, ha aquellos que a pesar de la adversidad son ajenos a la soledad e inmiscuidos al trabajo colectivo y constructivo.
Pienso que el día llegará. Aquel día será cuando nos propongamos dejar de pensar en nosotros mismos concientemente y pensar más en la humanidad en su conjunto, ¿Utopía?, cierto, y de la pura; ¿Realizable? por supuesto, con esfuerzo, dedicación y con modelos o propotipos de sociedades, ¿Cuál es la mejor sociedad?, la familia.
El momento en que, desde la familia se aprenda a tener un objetivo, un fin, una meta en la vida y espíritu de sobresalir, a partir de ese momento podremos entender y comprender como pensó cristo al no reflexionar como Jesús, sino como humanidad.
¡Reflexionemos!

1 comentario:

Silvani Reyes-Vassallo dijo...

La cuestión es quitarse los complejos, olvidar el pasado, borrar por completo cualquier vestigio de error. La vida es muy bella para desperdiciar un solo segundo.

Mover montañas y beber ríos de infinita afluencia.